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cita del presidente monson
El Salvador enseñó: “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará”. El presidente Thomas S. Monson dijo de este pasaje: “Creo que el Salvador nos está diciendo que a menos que nos perdamos en dar servicio a los demás, nuestra propia vida tiene poco propósito. Aquellos que viven únicamente para sí mismos al final se marchitan y, en sentido figurado, pierden la vida, mientras que aquellos que se pierden a sí mismos en prestar servicio a los demás progresan y florecen… y en efecto salvan su vida”.
cita Por Bonnie L. Oscarson
Presidenta General de las Mujeres Jóvenes
Vivimos en una cultura donde más y más nos centramos en la pequeña pantalla que está en nuestras manos que en las personas a nuestro alrededor. Hemos sustituido enviar textos y tweets por mirar en realidad a alguien a los ojos y sonreír o, incluso más raro, por tener una conversación cara a cara. A menudo nos preocupa más cuántos “seguidores” y “me gusta” tengamos que en poner el brazo alrededor de un amigo y mostrar amor, preocupación e interés tangibles. Tan asombrosa como puede ser la tecnología moderna para difundir el mensaje del evangelio de Jesucristo y ayudarnos a mantenernos en contacto con familiares y amigos, si no estamos alertas sobre cómo usamos los dispositivos personales, nosotros también podemos comenzar a centrarnos solo en nosotros mismos y olvidar que la esencia de vivir el Evangelio es el servicio.
Es cierto que asistimos a nuestras reuniones semanales de la Iglesia para participar de las ordenanzas, aprender doctrina y ser inspirados, pero otra razón muy importante para asistir es que, como la familia que es nuestro barrio y como discípulos del Salvador Jesucristo, cuidamos el uno del otro, nos alentamos unos a otros y buscamos maneras de servirnos y fortalecernos unos a otros.
cita presidente James E. Faust
.Todos pueden encontrar maneras de brindar servicio cristiano. Mi consejera, la hermana Carol F. McConkie, recientemente me contó sobre su nieta Sarah, de 10 años, quien, cuando se dio cuenta que su madre estaba enferma, decidió ser de ayuda. Levantó a su hermanita, la ayudó a vestirse, le cepilló los dientes, le arregló el cabello y desayunó para que su madre pudiera descansar. Discretamente llevó a cabo ese simple acto de servicio sin que se le pidiera porque vio una necesidad y decidió ayudar. Sarah no solo bendijo a su madre, sino que estoy segura que ella también sintió gozo al saber que había aligerado la carga de alguien a quien amaba y, al mismo tiempo, fortaleció su relación con su hermana. El presidente James E. Faust dijo: “El servicio a los demás puede comenzar casi a cualquier edad… No tiene que ser a grande escala, y es más noble dentro de la familia”.
El élder D. Todd Christofferson
“Una de las razones principales por las que el Señor ha creado una Iglesia es para crear una comunidad de santos que se apoyen uno al otro en el ‘estrecho y angosto camino que conduce a la vida eterna’”. Continúa diciendo: “En esta religión no nos preocupamos solo de nosotros mismos, sino que también se nos llama a servir. Somos los ojos, las manos, los pies y otros miembros del cuerpo de Cristo”.
El presidente Spencer W. Kimball
“Dios nos tiene en cuenta y vela por nosotros, pero por lo general, es por medio de otra persona que atiende a nuestras necesidades”. Que todos reconozcamos el privilegio y la bendición de participar en el cumplimiento de la obra de nuestro Padre Celestial al satisfacer las necesidades de Sus hijos, es mi oración en el nombre de Jesucristo. Amén.
Pste. Tomás S. Monson
servicio