Teoría Cognitiva Conductual

Teoría cognitivo-conductual

Según Ellis (2000) “la ansiedad es algo bueno que nos permite mantenernos vivos y nos ayuda a preservar la especie humana. Indica que la ansiedad es un conjunto de sensaciones molestas y de tendencia a la acción que nos permite darnos cuenta de lo que ocurre o puede ocurrir hechos desagradables (p. 27).

existen dos tipos de ansiedad, que es la ansiedad sana y ansiedad malsana.
La ansiedad sana La ansiedad sana, suele estar basada en miedos realistas o racionales, se muestra mediante la inquietud, vigilancia o precaución, preservando nuestra vida y conducen a buenos resultados, nos da el control de nuestras propias emociones y nos ayuda a manejar situaciones difíciles de forma eficiente.

Mientras que la ansiedad malsana se basan en miedos irrealistas o irracionales, nos hace perder el control y consecuentemente, afrontar mal los riesgos y problemas que se encuentra , los cuales nos van a llevar a fuertes estados de ansiedad, cuando realmente no hay ningún peligro o es de muy poca magnitud” (p. 31-32).

De acuerdo a la Terapia racional- emotiva conductual, ha diferenciado dos clases de ansiedad: “ansiedad perturbadora y la ansiedad del yo”. De acuerdo a Ellis y Grieger (1990) la ansiedad perturbadora es una carga emocional que se da cuando las personas (1) piensan que su vida está en peligro, (2) que tienen o deben de lograr lo que quieren y (3) que es catastrófico porque no consiguen lo que quieren. la ansiedad perturbadora es menos dramática pero la más común en las personas, que se presentan en situaciones de peligro o amenaza y consecuentemente se convierten en fobias como miedo a las alturas.

Mientras que la ansiedad del yo es la tensión emocional que tiene lugar cuando (1) siente que su valía personal está siendo amenazada, (2) que deben o tienen que hacer las cosas bien para ser aprobados por los demás, y (3) que es catastrófico cuando no hacen bien las cosas y no son aprobador por los demás (p. 123).
La ansiedad del yo es un sentimiento intenso que viene acompañada de depresión, culpa, vergüenza e incapacidad.

Además la angustia se manifiesta mediante los “ataques de angustia” y que en cada persona se presentan de distintas formas, como palpitaciones, arritmia o taquicardia, ahogo, temblores, ataques semejantes a los asmáticos, sudoración nocturna, también la bulimia y el vértigo.