U4 Instrumentos

Todo encuentro programado entre operador de sistemas humanos y quien o quienes solicitan la intervención, con un fin determinado. Implica mutuo acuerdo para estar allí, juntos, para algo, durante tiempo determinado. Se observa un intercambio intenso de mensajes en distintos niveles comunicativos, el encuentro genera intensidad emocional y los participantes intensifican el modo analógico de comunicación.

1) etapa social
2) definicion de la relacion
3) planteo, definicion, y delimitacin del problema
4) etapa de intervenciones

Las etapas de la entrevista no se suceden siempre ordenadamente, se trata de distintos modos de relacionarse, por lo tanto lo fundamental no es la sucesión temporal sino que cada momento o modo relacional genere el siguiente. En toda entrevista se retoma una etapa anterior.

Etapa Social: se obtienen datos demográficos y se aclara la especialidad del terapeuta. Se preguntan otros datos que se crean relevantes. Se empieza a ver los mitos, creencias y valores del grupo familiar. Lo que se conoce como “joining” inicial. La norma es preguntar lo necesario.

Definición de la relación: se manifiesta qué se quiere del otro. Se solicita algo y se define mutuamente la relación. Para ayudar a esto se debe tener en cuenta cómo se llegó a la terapia, quién la pide, como se decidió quienes venían, si hubo consultas previas, si alguien lo obliga, etc. Nos interesa saber cómo llegaron, por medio de qué referencias, se interactúa hasta que quede claro cuál es la naturaleza que surge. Se estructura el sistema terapéutico, queda explícito que hace cada uno allí.

Es la relación racional y razonable que se establece entre entrevistador y entrevistado. Hace posible la cooperación decidida e intencional de éste último en el transcurso de la entrevista.
La alianza de trabajo se diferencia de la transferencia porque ésta proporciona esencialmente lo reprimido e inaccesible para la conciencia mientras que la primera expresa contenidos manifiestos.

Celener: La alianza de trabajo en psicodiagnóstico consiste en adhesión en gran parte consciente y también inconsciente, al objetivo de trabajo y a los métodos que el psicólogo propone para efectuarlo.
Sin ésta el proceso de psicodiag. no se llevará a cabo o sufrirá dificultades (fallas, interrupciones, etc), por lo que es importante intentar establecerla desde la primera entrevista.

Planteo, definición y delimitación del problema: se define el problema evitando generalizaciones y nominalizaciones. Se establece cual es la conducta problema (de lo que se quejan) y cómo afecta a los miembros del sistema. Una vez construido el problema se construye el motivo de la consulta (¿qué quieren lograr? tiene que ver con lo que se haría sí el problema no existiera) y lo que se espera de ella. Es la intervención central la que marca el desarrollo de la terapia sistémica, de expresión clara en términos de acción de que es lo que les preocupa. El síntoma ocupa un lugar de cambio que no se da todavía. Se hacen descripciones concretas de lo que quieren hacer, objetivos.

Etapa de las intervenciones: una vez logrado un encuentro humano saludable y emocionalmente agradable, se plantea:

-Un reencuadre: calificamos el síntoma sistémicamente, amplificamos el síntoma, desafiamos.
-Pautas generales: No apresurarse, despacio y de a poco. Dificultades del cambio. Desalentar una mejoría. Más de lo mismo.
-Tareas directivas: Directas y simples (qué pueden hacer para probar) o implícitas e indirectas (sí ustedes pudieran…, lo más indicado sería…., sí hicieran tal vez…)
Las intervenciones se construyen con el material aportado por el paciente y deben ser elaboradas en el mismo sentido que el síntoma, deben abarcar el circuito mantenedor del síntoma. Éste es siempre una metáfora de aquello por lo cual se consulta. Las mismas pueden ser verbales o no.

Cuando el síntoma se hace intolerable, siente que no tiene alternativas y está repitiendo las mismas conductas.
Toda consulta es un cambio, un reencuadre y resignificación del problema, porque implica un cambio de ubicación del problema en la vida de quien consulta. Aquello que molesta, angustia y limita (síntoma) que hasta entonces era un “problema menor” o “dificultad” a esquinar o solucionar uno mismo, pasa a ser algo a solucionar aquí, ahora conmigo.

Generalmente quien más sufre o quien más se perjudica por el problema, que suele ser también quien más puede hacer por cambiar el problema. Otras veces quien consulta no es la misma persona que viene a consulta -por ejemplo, padres derivados por la maestra de uno de sus hijos, quien está preocupada por el niño, y técnicamente la paciente es la maestra-.
Los diversos modelos de terapia sistémica disponen de técnicas para convertir al consultante no paciente (no cliente) en paciente.