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“En abril de 1917, un comité de artistas rechazaba, en la Sociedad de Artistas Independientes, la Fuente, una extraña obra firmada por R. Mutt, pesudónimo bajo el que se ocultaba Marcel Duchamp. (...) Se trataba de un urinario (...). Ante tal rechazo, Duchamp publicó anónimamente un texto [en el que argumentaba]: (...) Si el Sr. Mutt hizo o no la fuente con sus propias manos carece de importancia. Él la ELIGIÓ. Cogió un artí**** ordinario de la vida y lo colocó de tal manera que su significado habitual desapareció bajo el nuevo título y punto de vista: creó un nuevo pensamiento para ese objeto.”
SIMON MARCHAN
“El descubrimiento filosófico de Duchamp fue que el arte podía darse independientemente, que su importancia no tenía que ver con ninguna estética. Ese fue el mérito de los ready-mades: despejó el ambiente filosófico al reconocer que, dado que podía haber arte anestético, el arte es filosóficamente independiente de la estética. (...)
[Algo semejante cabe decir de] Warhol y su Brillo Box, una obra de arte que era perceptivamente idéntica a las cajas cotidianas en las cuales el producto Brillo era enviado desde la fábrica hasta el almacén y de ahí al supermercado. (...) El problema era cómo distinguir el arte de la realidad
ARTHUR DANTO
“Se cuenta que Parrasio compitió con Zeuxis: este presentó unas uvas pintadas con tanto acierto que unos pájaros se habían acercado volando a la escena, y aquel presentó una tela pintada con tanto realismo que Zeuxis, henchido de orgullo por el juicio de los pájaros, se apresuró a quitar al fin la tela para mostrar la pintura, y al darse cuenta de su error, con ingenua vergüenza, concedió la victoria a su rival, porque él había engañado a los pájaros, pero Parrasio le había engañado a él, que era artista.”
PLINIO EL VIEJO
“Cada cosa concreta está constituida por una suma infinita de relaciones. Las ciencias proceden discursivamente, buscan una a una esas relaciones, y, por lo tanto, necesitarán un tiempo infinito para fijar todas ellas. Esta es la tragedia original de la ciencia: trabajar para un resultado que nunca logrará plenamente. (...)
No se diga, pues, que el arte copia a la naturaleza. ¿Dónde está esa naturaleza ejemplar fuera de los libros de Física? Lo natural es lo que acaece conforme a las leyes físicas, que son generalizaciones, y el problema del arte es lo vital, lo concreto, lo único en cuanto único, concreto y vital.
(...) ¿Se advierte la inmensidad de la tarea que toma el arte sobre sí? ¿Cómo poner de manifiesto la totalidad de relaciones que constituye la vida más simple, la de este árbol, la de esta piedra, la de este hombre?
De un modo real es esto imposible; precisamente por esto es el arte, ante todo, artificio: tiene que crear un mundo virtual. La infinitud de relaciones es inaseq
ORTEGA Y GASSET
“Las formas del suprematismo tienen la misma vida que las de la naturaleza. Éste es un nuevo realismo puramente pictórico. Toda forma real es un mundo, y toda superficie pictórica pura está más viva que un rostro pintado desde el cual miran fijamente un par de ojos y un sonrisa.”
KASIMIR MALEVICH
“Entre nosotros, el arte no puede ser, como entre los griegos, el modo supremo en el que se representa y aprehende lo verdadero, y sólo puede tener una posición subordinada. (...) El arte bello es, ante todo, verdaderamente arte y consuma su cometido supremo cuando se ha colocado en el círculo comunitario con la religión y la filosofía, y solamente es un modo y manera de tomar conciencia y manifestar lo divino, los intereses más profundos del ser humano (...). Los bellos días, tanto del arte griego como de la época dorada de la Edad Media, han pasado.”
HEGEL
“Lo bello está hecho de un elemento eterno, invariable, cuya cantidad es excesivamente difícil de determinar, y de un elemento relativo, circunstancial, que será, si se quiere, por alternativa o simultáneamente, la época, la moda, la moral, la pasión. Sin ese segundo elemento, que es como la envoltura divertida, centelleante, aperitiva, del dulce divino, el primer elemento sería indigerible, inapreciable, no adaptado y no apropiado a la naturaleza humana. Desafío a que se descubra una muestra cualquiera de belleza que no contenga esos dos elementos. (...)La modernidad es lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, cuya otra mitad es lo eterno y lo inmutable. (...) Este elemento transitorio, fugitivo, cuyas metamorfosis son tan frecuentes, no tienen el derecho de despreciado o de prescindir de él. Suprimiéndolo, caen forzosamente en el vacío de una belleza abstracta e indefinible.”
BAUDELAIRE
“En mayo de 2002, el diario barcelonés La Vanguardia dedicó un reportaje a la pregunta ‘¿Han muerto las bellas artes?’. Una aplastante mayoría de encuestados, todos ellos con responsabilidades conspicuas en el mundo del arte, respondían afirmativamente y opinaban que las artes contemporánea, acabado su ensimismamiento, debían implicarse en lo propiamente político. Como es habitual, las respuestas evidenciaban una confusión entre ‘las artes’ y ‘el Arte’ ya que, si algo ha muerto, es, sin la menor duda, el Arte, pero las artes están más vivas que nunca.
Que el Arte ha muerto quiere decir que ese concepto ha perdido el papel soberano, trascendental y metafísico que le atribuyó la filosofía alemana, desde los hermanos Schlegel hasta Adorno. Aquel Arte, síntesis de todas las artes, arte de la Idea o arte Absoluto, al que Hegel consideraba una de las encarnaciones esenciales del Espíritu y Marx un síntoma de la estructura económica, ha muerto por exceso de responsabilidad. La sacralización d
FELIX DE AZUA
“En arquitectura sucede como en el resto de las artes: sus principios se fundan en la simple naturaleza, y en el proceder de ésta se encuentran claramente marcadas las reglas de aquélla. Consideremos al hombre en su primitivo origen, sin más auxilio, sin más guía que el instinto natural de sus necesidades. Necesita un lugar donde reposar. (...) El hombre quiere construirse un alojamiento que lo proteja sin enterrarlo. Unas ramas caídas en el bosque son los materiales apropiados para su propósito. Escoge cuatro de las más fuertes, las levanta perpendicularmente y las dispone formando un cuadrado. Encima pone otras cuatro atravesadas y sobre éstas levanta, partiendo de dos lados, un grupo de ramas que, inclinadas contra sí mismas, se encuentran en el punto alto. Cubre esta especie de tejado con hojas, lo bastante juntas para que ni el sol ni la lluvia puedan traspasarlo, y ya está el hombre alojado. (...)
La pequeña cabaña rústica que acabo de describir es el modelo a partir del cual se
MARC ANTOINE LAUGIER
“¿Qué es la arquitectura? ¿La definiré, como Vitruvio, como el arte de edificar? No. Hay en esta cuestión un grosero error: Vitruvio toma el efecto por la causa.
Es preciso concebir para actuar. Nuestros primeros padres sólo construyeron sus cabañas tras haber concebido su imagen. Esta producción del espíritu, esta creación es lo que constituye la arquitectura, a la que, en consecuencia, podemos definir como el arte de concebir y llevar a la perfección cualquier edificio. El arte de construir no es, pues, sino un arte secundario, que nos parece adecuado denominar la parte científica de la arquitectura. (...)
¡Cuán poca atención se ha concedido hasta nuestros días a la poesía de la arquitectura, medio seguro de multiplicar el disfrute de los hombres y de otorgar a los artistas una justa celebridad! Nuestros edificios, sobre todo los edificios públicos, deberían ser, en cierto modo, poemas. Las imágenes que ofrecen a nuestros sentidos deberían provocar en nosotros sentimientos análogos
ETIENNE LOUIS BOULLE